jueves, 27 de agosto de 2015



Si ya yo tuviera...


Si ya yo tuviera la fuerza entera,
y si mi corazón como un enjambre
no supiese qué significa el hambre
y si yo nunca en mí la fe perdiera.

Si ya todos mis muros estuvieran
terminados sin rastros de celambre,
si fueran esculpidos mis estambres
como está tallada en velas la cera

nunca podría mostrarme vulnerable,
ni yo sería humano, ni entendería
qué es esto de ir viviendo y ser amable

con cada otro que camina, admirable,
cada otro, su dolor y su alegría.

Sería un corazón abominable.

viernes, 7 de agosto de 2015



LANZO EL CORAZÓN





Cuando lanzo yo lanzo el corazón,
y lo entrego entero, pleno, a cada gesto,
mis palabras claras, mi actuar honesto
construyen, día a día, mi canción.

No me importa tener o no razón,
mejor ser feliz, no vivir inhiesto,
andar levantándome a mí mi arresto,
callar a la tristeza su oración.

Por eso lo lanzo y va entero todo,
sin miedo a equivocarme o a perderlo,
siempre le doy su cauce y cada modo

y no hay en él culpable, tierra o lodo,
que sólo -sólo- al darme puedo tenerlo,

sólo al escucharme puedo ver, verlo.